Para dejarlo por dicho

Me llamaste y por alguna extraña razón te enojaste porque tengo una vida. Porque me da un pito si estas en Las Vegas gastando el dinero de papito. O en Berlín, o en la puerta del infierno jugando Black Jack con Lady Di. Porque sin intención de disculparme te cuento que no tenía tiempo para amanecer escuchando como te suenas la nariz del otro lado del mundo.

Te dije que colgaría…

Antes me atormentaba al saber que había contrariado tu rubia persona, tu imponente y rubia persona. Pero ya no. Me aterraba saber que pasaría meses sin saber de ti, ahora me tranquiliza.

Dios! No te hagas la victima jugando a ser la “super amiga sacrificada que me adoraba hasta el suicidio” para ti soy una persona normal, alguien que con toda su imperfección y su condición de proletaria te recuerda lo afortunada que eres de que tu tarjeta de crédito no tenga limite…

Y al final queda preguntarse si fui tu amiga o tu enemiga. Yo diría que fui tu espejo. Porque dijiste que era la persona mas hermética, orgullosa, y caprichosa que conocías y qué casualidad! Tu llenas a cabalidad esas características…

Mas una: eres VACIA

Eres un jarro
Un cueco
Eres una vacía

Ahora entiendo por qué nunca te di mi confianza. Lloraba como una niña en tu presencia pero nunca te dije la razón de mi llanto. Te usé de pañuelo hija, supéralo!

Si te debo algo, preciosa, me mandas la cuenta…