La verdad es que odio la televisión. Nadie se imagina como. Me arde el higado cuando llego a la casa de alguien y está absorto en el
aparato maldito. Es como una trampa para ratón, para que las personas expendan horas y horas “entretenidos”
En mi antigua casa había TV, pero ni remotamente cerca de las habitaciones que frecuentaba: MI CUARTO Y EL ESTUDIO.
Pero en esta nueva casa no puedo escapar de ella, es como que me tiene acorralada. Y sinceramente, si me pongo a explicar las razones por las que la detesto este seria el post mas largo en la historia de este blog.
No voy a negar que yo misma, alguna vez, me he visto atrapada por la MAGIA DE COLORES Y SONIDOS EN ESA CAJITA DE 27 PULGADAS. No le voy a quitar tampoco el hecho de que es util a veces para espantar el silencio horroroso o para pasar una hora sin pensar en los problemas. Pero es enfermiza, en mi entender, la dependencia a ella de la que la sociedad es victima.
De entre todas las cosas que pueden aparecer en una pantalla de televisión la peor deben ser las novelas
JESUS!
Una historia ripiada en
1 hora diaria a lo largo de tres meses acerca de una vida inventada. La chica rica que se enamora de alguien que no esta a su altura y que mueve el cielo y la tierra y al final… o de un chico que se enamora de una sujeta sin dinero; al cual su familia le exige abandonarla por su “falta de clase”
ella se va de viaje a donde solo Dios sabe y vuelve con la clase que le faltaba. Lo mas duro para mi es que no importa por donde camine, a donde mire, o donde vaya alli alguien va a estar viendo la novela de moda. Me enferma llegar a una casa a las 8 de la noche e interrumpir el ensimismamiento de mas de uno de sus habitantes, por no decir todos.
Al final las novelas encierran nuestros mas inverosímiles deseos. Admito que mas de una vez he soñado con “vengarme de los que me dañan” pero…
al final una persona que sin educación y/o sin esfuerzo alguno consigue convertirse en un millonario es… además de extremadamente fantástico, tristemente alienante, enojosamente frustrante y TERRIBLEMENTE DEPRIMENTE.
Y no me hagan comenzar a hablar de BARBIE!