En serio, a veces los cambios de humor no son mi culpa.
El día de hoy me he enojado con mi madre, con mis dos hermanas y hasta con mi perra. Se fue el gas... etc. Pero decidí no dejar el buen humor: Bailé en la sala de mi casa (estoy tolerando la música últimamente) organicé el menú para mañana (Luís viene de visita) hablé con Franmy (una amiga, SI PARECE QUE TENGO UNA AMIGA)
Dormí lo suficiente, arreglé mi cuarto. Leí mi cosmopolitan…
La vida era bella!
Hasta hace unos minutos en los que me enteré que mi hermanita tenía fiebre. Me dijo que se sentía mal en la tarde y yo le dí un Ponstan, pero le subió fiebre y a mi mama se le antojó ¡la fabulosa idea! De mandarme donde la doctora que es nuestra vecina
Punto uno: soy total, rotunda y completamente ANTIVECINO. Si mi mamá no fuera la presidenta del residencial nadie me conociera. Mucho menos ir a PEDIR a uno de ellos! Noooooo!
Punto dos: de entre todas las familias que habitan Sarah Gabriela con quien peor me llevo es esa. Odio a su hijo, odio a su hija, odio a su perro, aunque la doctora es un dulce no-la-tolero!
Punto tres: me obligó a ir, además de que me dio pena ver a Sarita hervir en fiebre.
Rayos! Tan bien que iba el día!
Aunque tengo que confesar que recibí una satisfacción a raíz de esa visita. Cuando llegue no me querían abrir la puerta, luego la doctora me confesó que no me reconoció porque he bajado de peso
Dormí lo suficiente, arreglé mi cuarto. Leí mi cosmopolitan…
La vida era bella!
Hasta hace unos minutos en los que me enteré que mi hermanita tenía fiebre. Me dijo que se sentía mal en la tarde y yo le dí un Ponstan, pero le subió fiebre y a mi mama se le antojó ¡la fabulosa idea! De mandarme donde la doctora que es nuestra vecina
Punto uno: soy total, rotunda y completamente ANTIVECINO. Si mi mamá no fuera la presidenta del residencial nadie me conociera. Mucho menos ir a PEDIR a uno de ellos! Noooooo!
Punto dos: de entre todas las familias que habitan Sarah Gabriela con quien peor me llevo es esa. Odio a su hijo, odio a su hija, odio a su perro, aunque la doctora es un dulce no-la-tolero!
Punto tres: me obligó a ir, además de que me dio pena ver a Sarita hervir en fiebre.
Rayos! Tan bien que iba el día!
Aunque tengo que confesar que recibí una satisfacción a raíz de esa visita. Cuando llegue no me querían abrir la puerta, luego la doctora me confesó que no me reconoció porque he bajado de peso
Yesssss!
4 comentarios:
veo q las pekeñas cosas acaban con tu felicidad!! no lo permitas!! :S
Dicen que no hay mal que por bien no venga...
Bexox
Felicidades por tu peso!
Antivecinos? jejeje tu eres un caso Mau! y tu hermana luego se sintió mejor?
Yo no conozco mucho a mis vecinos, me gusta mucho esa costumbre de los pueblos pequeños, donde son como un gran familia, tiene muchas ventajas.
Un abrazo!
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