Odio cuando los giros de las cosas te obligan a cambiar planes o actitudes. No soy políticamente correcta o fanática del orden y la normalidad, pero si del mas puro STATUS QUO. A caminar 10 veces por el mismo sitio. A comer lo mismo en el mismo lugar. Sentarme en la misma estación y hablar con la misma gente. Hacer las mismas cosas día tras día o hacer exacto lo que planeo... sin distracciones.
Pero últimamente mi hermosa vida esta llena de fatales cambios. Y me enferma... me siento traicionada por las luces que se han encendido delante de mi. Y me siento impotente de no poder apagar esas y prender las que pretendía yo que estuvieran encendidas a estas alturas. La incertidumbre, a mi entender, debería ser un pecado capital o estar prohibida por ley.
Todas las cosas que están afuera de mi y no puedo controlar me enferman. Dentro de mi puedo controlar un montón de cosas. Entre ellas el hambre, no?
Pero "El hombre es el y sus circunstancias" según Ortega y Gasset lo que hace que el 50 por ciento de mí escape de mis manos. No es esa una razón para comenzar a asustarse?