Supe desde el estacionamiento, que me perdería sin ti, de tu brazo, subiendo por los ascensores te lo dije. Antes de que nos azotara el silencio.
Hasta el parqueo de nuevo, 3 horas más tarde, después de la película. El silencio seguía cubriendolo todo, como la cortina roja de un teatro cerrado. Como si yo no fuera un címbalo en las manos de un mono loco, como si no estuviera desesperada por decirte quien soy.
El silencio se comió la cena a la que nunca fuimos, durmió en medio de nosotros en las sabanas que nunca visitamos. Me hizo morir de angustia al pensar que te importunaba mi compañía.
El silencio, agotado de arruinar nuestra cita, se quedó dormido. Por un minuto hubo ruido, y justo antes del momento de despedirnos... el silencio perdió la oportunidad de impedir que te diera un abrazo...
1 comentario:
El silencio a veces dice más que muchas palabras.
Besos. ~A.
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