Rosa

Hoy estuve en tu pecho por lo que a mi me pareció solo unos segundos. Siempre tengo la misma sensación, como si nuestros encuentros fueran una tímida rosa que se abre, al principio legítimamente deseo alejarte de mi, siento tus labios en alguna parte no preseleccionada de mi cuerpo y se me olvida que me gustas que seas tan explosivo... lo odio, siento que me usas... que me uso como instrumento para sexo y placer y no para amor o responsabilidad... pero luego...

La rosa se va abriendo, y tus labios ahora son abrazados con los míos... o simplemente descansan en una superficie mas  receptiva, solo por recordar, por tener esa probadita de ti, de tu y yo que se marchita... pero aún no...

Aún nos queda toda la rosa, vibrante, como hubiéramos querido mantenerla para siempre, si para siempre existiera, aunque por un segundo, me parece a mi, por esas pequeñas fragiles horas en que eres mio solo, tanto cariño, tantas cosas compartidas... la comida, la ducha, los chismes del trabajo y la gente que conocemos, la rosa abierta despidiendo su olor, siendo rosa a toda plenitud.

Una vez marchita la guardo en el libro de mi corazón, nunca será tirada. Será siempre hermosa.

Hasta la proxima...

A Ti...

Alguna vez me emborrachaba un poco con solo sorbos dos de mi Cosmopolitan… y muchísimo tu mirada, miré hacia arriba todo lo que hacías. Te seguí hasta precipicios, y me ahorré el tiempo de conocer a alguien mas…

Rápido me tocó entender que no todo lo que brilla es una relación sentimental. Que me faltan dos o tres mil cosas que posiblemente nadie tiene pero que tu querías que yo tuviera. Y lo peor es que ni me dejaste intentarlo, siempre me hiciste sentír insuficiente y que no se diga una palabra mas. Medio dormía en tu colchón y me despertaba para ser la mujer de tu sueños… arreglándomelas para hacer desayuno aún sin estufa, sacando energía de donde no tenía para ir a 200 sitios contigo y sobre todo nunca, pero jamas pasarme de la raya y decirle a la gente Sí ESTAMOS SALIENDO. Perfecta…. O mejor aún… CONVENIENTE!

Gracias por quitarme esa ideaota de la cabeza de que la felicidad existe! Gracias por recordarme lo creída que soy y volver mis pies a donde pertenecen, y gracias, siempre más, por dejarme con la sensación de que debía bajar mis estándares por la ley de oferta y demanda.

Te sobredosifiqué de cariño, te cuidé como huevo ruso, imagino que tengo que dejarlo ir… nadie te enseñó que ESO era amor…