El sexo

Estaba tan extasiada que no sentía el calor. Ni la humedad, ni el sexo.

Era una tarde inocente y nosotros la violamos. En el segundo piso, a la décimo segunda hora de un sofocante día  de verano.

Me diste tanto que no pude contenerlo.

Al abrir los ojos era de noche. Se me hizo tarde para llegar a los brazos del amor de mi vida...

Y tu estabas demasiado resbaloso para sujetarte...

No hay comentarios: